El 3 de enero de 1833, las fuerzas británicas desalojaron a la población y autoridades argentinas, reemplazándolas por súbditos británicos. Desde entonces, Argentina ha mantenido su reclamo sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes.
A lo largo de los años, Argentina ha buscado una solución pacífica a esta disputa territorial a través de negociaciones bilaterales con el Reino Unido. Sin embargo, el Reino Unido ha continuado con acciones unilaterales, como la explotación de recursos naturales en las islas y la negativa a retomar el diálogo. Estas acciones son contrarias a las resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas y han generado preocupación y rechazo por parte de la comunidad internacional.
La comunidad internacional ha instado reiteradamente a ambas partes a retomar las negociaciones y encontrar una solución pacífica a esta disputa territorial. La resolución 2065 (XX) de las Naciones Unidas, adoptada en 1965 sin ningún voto en contra, insta a Argentina y al Reino Unido a proceder sin demora a negociaciones bilaterales teniendo en cuenta los intereses de los habitantes de las islas.
En este aniversario, es importante recordar que Argentina no está sola en su reclamo. Numerosos países de América Latina, así como organismos internacionales como la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), han expresado su apoyo a la posición argentina.
Además, la explotación de los recursos naturales en las Islas Malvinas por parte del Reino Unido ha generado rechazo y preocupación en la comunidad internacional. La explotación de petróleo y gas en aguas circundantes a las islas ha sido objeto de controversia, ya que Argentina reclama la soberanía de esos recursos. Esta situación ha llevado a un conflicto económico y diplomático entre ambos países.
Argentina ha trabajado incansablemente para promover el diálogo y encontrar una solución pacífica a esta disputa territorial. El país ha propuesto la creación de una “Mesa de Diálogo” con el Reino Unido para abordar todas las cuestiones pendientes, incluyendo el tema de la soberanía. Sin embargo, el Reino Unido ha rechazado esta propuesta y ha insistido en mantener su postura de no negociar sobre la soberanía de las Islas Malvinas.