Hace exactamente 40 años, Argentina vivía un momento histórico con el triunfo del radicalismo, liderado por Raúl Alfonsín, sobre el PJ en las elecciones de 1983, marcando el fin de la dictadura.
Hoy, 30 de octubre, se conmemora un acontecimiento que cambió el rumbo del país. En octubre de 1983, Raúl Alfonsín se dirigía a una multitud en la avenida 9 de Julio, en un discurso que quedaría grabado en la memoria colectiva como uno de los momentos más emblemáticos de la política argentina.
Las 10 frases que marcaron una era:
Repasando ese discurso histórico, es imposible no destacar algunas de sus frases, como “Con la democracia se come, se cura y se educa”. Estas palabras resumían la promesa de un gobierno que buscaba restablecer la justicia social y el bienestar del pueblo argentino. Además, su icónica expresión “Felices Pascuas, la casa está en orden” reflejaba el compromiso con la estabilidad institucional.
Raúl Alfonsín, conocido como el padre de la democracia, ganó la elección el 30 de octubre de 1983, venciendo a Ítalo Lúder del PJ, y asumió la presidencia el 10 de diciembre del mismo año. Su legado perdura, no solo en la memoria de quienes lo vivieron, sino también en la historia argentina.
Hoy, conmemoramos no solo la victoria de un partido político, sino la restauración de la democracia en un país que había sufrido demasiado. Alfonsín se convirtió en una figura política influyente y un símbolo del retorno a la democracia.
El legado de un líder:
El radicalismo bajo el liderazgo de Alfonsín no solo marcó el retorno de la democracia, sino que también sentó las bases para un país más justo y equitativo. Su lucha por los derechos humanos y su compromiso con la justicia social siguen inspirando a generaciones posteriores.
En el 31 de marzo de 2009, Raúl Alfonsín nos dejó, pero su legado y su espíritu democrático perduran en la historia argentina.