El ex ministro de Seguridad cuestionó a la organización militante K, a la que describió como un grupo que le hizo “mucho daño al PJ y al país” porque sólo “se satisface a sí misma y lo único que hace es conseguirle conchabo a sus amigos”
El cambio de Gobierno dejó al peronismo fuera del poder y, como le sucede casi siempre tras cada derrota electoral, colocó a sus referentes en un escenario plagado de incertidumbre. El futuro del PJ en general y del kirchnerismo en particular vuelve a ser tema de análisis, mientras Javier Milei da su primeros pasos como presidente de la Nación.
En ese marco, a pocos días de haber dejado su cargo como ministro de Seguridad, Aníbal Fernández describió con crudeza esta nueva realidad del PJ, cuestionó con dureza a La Cámpora y consideró que llegó el momento de dirimir las diferencias de una vez para retomar la doctrina justicialista.
“Me parece que el kirchnerismo como expresión está agotado; está usando ropas del peronismo que tiene que restituirlas”, sentenció el ex jefe de Gabinete, quien además advirtió que, cuando llegue el momento, “habrá que dar una pelea entre aquellos que se dicen representar a una parte del peronismo y nosotros (por el PJ), que representamos a otra parte. Me refiero con todas las letras a La Cámpora, será el peronismo contra La Cámpora y veremos quién de los dos tiene razón”.
La organización militante kirchnerista fue blanco directo de las críticas más duras de Aníbal Fernández, el ex ministro de Seguridad que terminó su gestión el 10 de diciembre: “Hay gente que por relaciones familiares ha sacado ventaja de la política de una manera absolutamente bochornosa. Y eso hay que enfrentarlo y sacarlo definitivamente del movimiento”.
Aunque evitó hacer nombres propios, el cuestionamiento principal pareció tener a Máximo Kirchner como destinatario. “No sé si (hablar de) corrupción, pero hay gente que ha sacado ventaja por su cercanía con Cristina (Kirchner) y después no ha hecho absolutamente nada, no tiene trascendencia. Andan por la vida con un discursito colgado al hombro… No hay elementos que me digan estos tipos laburan como perros, ninguno”, apuntó en una extensa entrevista publicada en el canal de YouTube del abogado Leopoldo Pérez Obregón.
Por si no había quedado claras sus diferencias con La Cámpora, Aníbal Fernández agregó: “Hay una organización de jóvenes no tan jóvenes, porque a la edad que tienen ellos yo ya tenía dos carreras universitarias, que no son tan jóvenes y ni siquiera son cuadros políticos, no les asigno respeto a ninguna de esas acciones”.
Luego de ese análisis, el ex Ministro de Seguridad aclaró que ese icónico grupo militante kirchnerista nunca representó a la gente joven: “La representaban Néstor y Cristina, no la representan aquellos que a la sombra de ellos dos formaron una organización que sólo se satisface a sí misma y lo único que hace es conseguirle conchabo a sus amigos… No está bien, eso le hace mucho daño al peronismo y al país”.
Una de las actitudes que cuestionó Aníbal Fernández fue la decisión que tomó Máximo Kirchner cuando renunció a la presidencia del bloque de diputados del Frente de Todos por estar en contra del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional que negoció el gobierno de Alberto Fernández. La tensión contra La Cámpora no es nueva ni se agota sólo en figura del ex ministro, un caso singular en la historia política argentina, ya que trabajó en los gabinetes de cuatro presidentes: Eduardo Duhalde, Néstor Kirchner, Cristina Fernández de Kirchner y, por último, Alberto Fernández.
El diputado Máximo Kirchner encabezó la lista de candidatos a diputados nacionales en las últimas elecciones, es presidente del PJ bonaerense y lidera La Cámpora. Un sector de los intendentes y varios gobernadores tienen una mirada crítica sobre esa organización. Y de hecho, en el gobierno de Axel Kicillof, también se vienen escuchando sordas críticas contra la máxima autoridad del peronismo de la provincia de Buenos Aires.