El Parlamento francés aprobó un proyecto de ley que permite la restitución de restos humanos a Estados extranjeros. Esto impacta en las comunidades originarias de Argentina, que desde hace tiempo vienen pidiendo la restitución de los cuerpos que se hallan en el Museo del Hombre de París.
Entre los restos que podrían ser restituidos se encuentran los del cacique tehuelche Liempichún Sakamata, cuya tumba fue profanada en 1896 por el Conde francés Henri de La Vaulx y posteriormente llevado al Museo de París, donde estuvo exhibido hasta 2009.
“Esta restitución es una reparación histórica, volver a darles entidad de sujeto de derecho a estos hombres y mujeres que fueron cosificados y tratados como objetos de museo”, afirma Fernando Pepe Tessaro, antropólogo fundador del Colectivo Grupo Universitario de Investigación en Antropología Social.
El investigador explica que la apropiación de cuerpos no puede desligarse de la campaña de conquista de territorios y el trabajo esclavo al que sometían a las comunidades originarias. “Para apropiarse de los recursos naturales y someter a los pobladores locales fue preciso catalogarlos como inferiores, salvajes e incivilizados. Con argumentos aparentemente científicos y biologicistas, se pretendía justificar el genocidio imperial”, agregó.
En la actualidad, los descendientes del cacique Liempichún Sakamata se encuentran con «expectativa e ilusión» por la posible restitución de sus restos a su comunidad originaria.
“Con estas acciones, se dice que el hombre, la mujer o el niño y la niña que fueron apropiados vuelven al territorio. Como decía Atahualpa Yupanqui, ‘somos tierra que anda’”. Vuelve con esa energía y eso repara parte del daño que hizo el genocidio”, afirmó Tessaro.
El investigador viene acompañando el reclamo de las comunidades desde hace más de diez años. En 2015 inició el proceso ante la Cancillería argentina, que en la actualidad lo tramita ante sus pares franceses.
“Sólo resta esperar la asunción de las nuevas autoridades del gobierno nacional para coordinar con la parte francesa el traslado”, agrega Tessaro.
El equipo de antropólogos cuenta con un largo camino en el acompañamiento a las comunidades en este proceso. Trabajaron en la restitución del Lonko Inakayal y su familia desde el Museo de La Plata de la Universidad Nacional de La Plata, realizada el 10 de diciembre de 2014; luego lograron que el Centro Nacional Patagónico (Cenpat) restituyera dos hombres en diciembre de 2015 a los descendientes de Sakamata en Puerto Madryn y también restituyeron al Hombre de Yanquenao el 11 de octubre de 2018 a las comunidades de Sarmiento.
El equipo de antropólogos cuenta con un largo camino en el acompañamiento a las comunidades en este proceso: trabajaron en la restitución del Lonko Inakayal y su familia desde el Museo de La Plata de la Universidad Nacional de La Plata, realizada el 10 de diciembre de 2014; luego lograron que el Centro Nacional Patagónico (Cenpat) restituyera dos hombres en diciembre de 2015 a los descendientes de Sakamata en Puerto Madryn y también restituyeron al Hombre de Yanquenao el 11 de octubre de 2018 a las comunidades de Sarmiento.
En todo este camino, concluye el investigador, “las comunidades siempre fueron y son ejemplo de resistencia y paciencia infinita”.
Con información de Tiempo Argentino