Sentarse con las piernas cruzadas puede parecer cómodo, pero ¿sabías que esta postura puede tener consecuencias negativas para tu salud y postura?
Sentarse con las piernas cruzadas es una postura común, pero ¿sabías que puede tener un impacto negativo en tu salud y postura? Según estudios, cruzar las piernas puede aumentar la desalineación de las caderas, alterar la circulación sanguínea y aumentar el riesgo de formación de coágulos.
Investigaciones indican que cruzar las piernas por la rodilla es peor que hacerlo por el tobillo. Esta postura puede provocar un aumento de la tensión arterial y afectar la alineación de la columna vertebral y los hombros. Además, el nervio peroneo en la parte inferior de la pierna puede estar en riesgo de compresión y lesión.
El tiempo prolongado en la posición de piernas cruzadas aumenta la probabilidad de sufrir escoliosis y otras deformidades. Los músculos y huesos de la pelvis pueden sufrir cambios, lo que afecta la alineación de la columna vertebral y los hombros. Asimismo, la cabeza y el cuello pueden desalinearse, y los músculos de la pelvis y la zona lumbar pueden sufrir tensiones y presiones.
Además, cruzar las piernas puede afectar la producción de esperma en los hombres, ya que aumenta la temperatura de los testículos, lo que puede reducir tanto el recuento como la calidad del esperma.
Aunque existen algunas evidencias de que sentarse con las piernas cruzadas puede ser beneficioso para personas con una pierna más larga que la otra, en general se recomienda evitar esta postura para mantener una buena salud y postura.
Es importante recordar que, además de evitar cruzar las piernas, es recomendable no permanecer sentado en la misma posición durante mucho tiempo y mantenerse activo con regularidad.