En Argentina, la costumbre de armar el árbol de Navidad el 8 de diciembre tiene su origen en una leyenda celta que celebra la llegada del solsticio de invierno.
El 8 de diciembre es un día especial en Argentina, ya que es el Día de la Inmaculada Concepción de la Virgen María y, además, se celebra la tradición de armar el árbol de Navidad.
Aunque muchas personas asocian esta costumbre con el catolicismo, el origen del árbol de Navidad se remonta a una leyenda celta que celebra la llegada del solsticio de invierno. En esta época del año, los días comienzan a alargarse y el sol regresa con más fuerza, por lo que los celtas adornaban un árbol con ramas verdes para simbolizar la vida y la esperanza.
Esta costumbre fue adoptada por los cristianos, quienes la adaptaron a su propia historia religiosa. El árbol de Navidad se convirtió en un símbolo del nacimiento de Jesucristo, y las luces que lo adornan representan la luz de Cristo que ilumina el mundo.
En Argentina, la costumbre de armar el árbol de Navidad el 8 de diciembre se remonta al siglo XIX. Se cree que un irlandés que llegó al país desde Estados Unidos fue el primero en decorar un pino en una plaza pública. Esta tradición se extendió rápidamente y, hoy en día, es una de las más populares en el país.
El árbol de Navidad se arma tradicionalmente el 8 de diciembre y se desarma el 6 de enero, día de la Epifanía, cuando los Reyes Magos visitaron al niño Jesús. Sin embargo, algunas personas prefieren desarmarlo el 8 de enero, un mes después de su armado.