En el sombrío aniversario del fatídico día de 2014, la comunidad de Sarmiento conmemora la memoria de Marisa Santos y sus dos hijos, Lucas (15) y Victoria (17), cuyas vidas fueron arrebatadas en una noche de horror.
23 de Noviembre de 2014 marcó la fecha en que el silencio de la noche fue interrumpido por disparos en la casa de la familia Santos. Mientras dormían, el novio de Marisa, Claudio Lamonega, perpetró el crimen con un arma equipada con un silenciador. Victoria Ramis, apenas una adolescente de 17 años, y su hermano Lucas, de 15, no tuvieron oportunidad de defenderse.
Lamonega, quien mantenía una relación tumultuosa con Marisa, reveló su verdadera naturaleza esa fatídica noche. La violencia previa y los celos enfermizos dieron paso a un acto atroz que dejó a Sarmiento estremecido. Las palabras de familiares y testigos pintan un retrato de un hombre celoso y manipulador, sembrando discordia incluso entre los seres más cercanos.
La dolorosa ironía de Victoria
La hija mayor, Victoria Ramis, había levantado su voz contra la violencia de género en una campaña fotográfica un año antes del trágico suceso. Sus imágenes impactantes, transmitidas meses después de su muerte, resaltan la ironía dolorosa de su destino, víctima de la misma violencia que intentó denunciar.
Relato del Horror
El sábado 22 de noviembre de 2014 Lamonega salió de su casa a bordo de su camioneta. Había cenado con la familia. En la madrugada del 23 regresó con un revólver con silenciador. Mientras todos dormían, asesinó a Marisa de un tiro en la nuca, y primero a los dos hijos, a Victoria la mato con un disparo en la cara. La había encontrado dormida con sus auriculares puestos y una tablet reproduciendo música.
Hoy, la casa en Sarmiento lleva las cicatrices de aquella noche fatal. La comunidad recuerda con pesar a Marisa, Lucas y Victoria, mientras el aniversario del triple crimen sirve como un recordatorio sombrío de la vulnerabilidad de la vida y la necesidad continua de erradicar la violencia en todos sus formas.
Actualmente, Lamonega cumple su condena en Comodoro Rivadavia.
