Al sur de la provincia de Chubut, a 152 kilómetros de la ciudad de Comodoro Rivadavia, se encuentra el bosque petrificado más grande del mundo.
Esta gigantesca atracción turística y natural cubre una superficie de 1.880 hectáreas y conserva algunos troncos que alcanzan una antigüedad de 65 millones de años. El sitio, que permanece abierto al turismo, ha sido muy importante para realizar investigaciones sobre cómo era nuestro planeta en aquella época.
El bosque petrificado se formó hace millones de años, cuando todo este sector de Chubut era un gran lecho marino, conectado a ríos que arrastraban troncos y ramas. Siglos más tarde, tras los abruptos cambios del paisaje, el mar se retiró y sobre el suelo árido de la Patagonia quedaron los restos de aquellos árboles que rápidamente iniciaron el proceso de petrificación.
Como era de esperar, cuando se formaron las primeras poblaciones nativas, cientos de personas recorrieron la zona y hasta crearon pequeños asentamientos en las cercanías del lugar. Sin embargo, no fue hasta 1927 que Argentina anunció, de forma oficial, la existencia del Bosque Petrificado Sarmiento, ubicado a 28 kilómetros de la ciudad homónima, fundada el 21 de junio de 1897.
Finalmente, tras los estudios correspondientes, la región se abrió al turismo en 1970 y tres años después se la declaró “área natural protegida”. Este título sentó las bases para que en 2001 sea nombrado “monumento natural”. No hay dudas que el atractivo más grande del Bosque Petrificado Sarmiento son los troncos de las coníferas que permanecen en el lugar desde hace 65 millones de años.
Quienes visiten este inhóspito paisaje de Chubut deben tener en cuenta varios aspectos importantes. Si bien el bosque petrificado más grande del mundo permanece cerca de puntos urbanos, recibe muy pocos turistas al año porque las vías de acceso son escasas y, en algunos casos, intransitables. Quienes deseen aventurarse por cuenta propia necesitarán un vehículo de tracción total, combustible de sobra y las provisiones suficientes para comer e hidratarse durante el paseo.
Por último, en estas condiciones podrán ingresar sin problemas al camino de ripio que comunica el bosque petrificado con la localidad de Sarmiento y llegar a destino para disfrutar del paseo turístico, el cual tiene 2 kilómetros de longitud.
