Después de que la vicepresidenta Victoria Villarruel se cansara de quedar en el centro de la escena porque cada aumento otorgado a los empleados legislativos repercute en las dietas de los senadores, habilitó -por resolución- a que los legisladores puedan renunciar al incremento.
Desde La Libertad Avanza, el PRO, la UCR y la mayoría de los federales ya presentaron cartas pidiendo que la última suba no les repercuta aunque seguirán percibiendo $ 9 millones en bruto.
El bloque peronista, hasta el momento, no se pronunció pero uno de ellos presentó nota para renunciar al incremento.
A principio de mes se otorgó a los trabajadores del parlamento un aumento retroactivo de 1,3% para marzo que se repite en abril y mayo, y al ser acumulativo orillaba el 4%.
Dado que los senadores volvieron a estar “enganchados” a las paritarias legislativas en abril -cuando sus dietas saltaron a $ 5,4 millones a $ 9,1 millones en bruto, contando el extra por desarraigo y los gastos de representación – este mes el nuevo incremento elevó ese total a $ 9,5 millones.
A sabiendas de las críticas que cada vez que eso pasó recibió de la Casa Rosada y frente al hecho de que ella no puede modificarles las dietas, sino que es el cuerpo el que lo vota en el recinto, Villarruel habilitó, por decreto, a que los senadores a tener la “opción de adecuar o no, total o parcialmente sus respectivas dietas, informándolo por nota a la Presidencia, en mérito a las facultades que les son propias”.
El bloque de La Libertad Avanza sacó un comunicado anunciando que renunciaban al incremento. Pero al último, es decir a esos casi $400 mil.
Por lo que igualmente seguirán teniendo una dieta de 9 millones, que tras deducciones queda en unos $ 7 millones en mano.
“Desde La Libertad Avanza reafirmamos nuestro compromiso con los argentinos de bien. A nosotros nos votaron para devolver a la Argentina al sendero de grandeza, y para ello los primeros que tenemos que poner el hombro somos los funcionarios y legisladores”, planteó la gacetilla de LLA que nuclea a Bartolomé Abdala, Ezequiel Atauche, Ivanna Arrascaeta, Vilma Bedia, Bruno Olivera Lucero y Juan Carlos Pagotto
El bloque PRO también emitió un comunicado: “En un contexto donde millones de argentinos hacen un esfuerzo enorme, creemos que la dirigencia debe estar a la altura y dar el ejemplo con señales claras de compromiso con la realidad del país”, señalaron desde la bancada que reúne a los siete senadores que preside Alfredo De Angeli y su aliada tucumana Beatriz Avila.
En el resto de las bancadas aliadas debatieron puertas adentro y dieron libertad de acción. Individualmente se fueron plegando todos y enviaron de a uno las cartas a Villarruel.
Se fijaron como plazo este viernes.En el Frente de Todos -que están concentrados en la defensa de Cristina Kirchner- ni hablaron del tema.
Aunque desde la Cámara confirmaron que el riojano Jesús Rejal también presentó una nota a Villarruel solicitando no cobrar el incremento.
Quiénes renunciaron a la suba y la tensión por el destino de los fondos.
Hasta el momento renunciaron al último incremento -o están por presentar las notas- los legisladores del PRO, UCR, y los bloques federales.
También renunciaron al incremento de la dieta los federales Juan Carlos Romero, Alejandra Vigo, Edith Terenzi y Carlos Espínola. Ellos cuatro, junto a la neuquina Lucila Crexell presentaron en paralelo un proyecto que establece que los senadores que decidan voluntariamente no percibir los aumentos salariales acordados en la última paritaria (1,3% mensual desde marzo hasta mayo inclusive, y sucesivos hasta diciembre 2025), podrán donar esos fondos a la Fundación Hospital de Pediatría “Prof. Juan P. Garrahan”.
La medida ya cuenta con antecedentes en el Senado, como en el año 2021 durante la pandemia, y busca canalizar esos fondos hacia la compra de insumos y equipamiento médico”, recuerdan.
También la rionegrina Mónica Silva y los misioneros Carlos Arce y Sonia Rojas Decut -que estuvieron en el centro de la polémica por hacer caer el proyecto de Ficha Limpia- renunciaron al último incremento.



