El joven de 19 años murió este viernes tras ser atacado a golpes a la salida de un boliche en Gregorio de Laferrere.
La muerte de Lautaro Alvaredo, el joven de 19 años que fue atacado a golpes a la salida de un boliche en Gregorio de Laferrere, ha reabierto el debate sobre la violencia en la noche argentina.
El brutal episodio ocurrió durante la madrugada del 6 de noviembre y es investigado por el fiscal Matías Folino, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Temática Homicidios Dolosos del Departamento Judicial La Matanza.
Según la investigación, Lautaro se encontraba en el interior del boliche “Cyrux” cuando tuvo un altercado con uno de los detenidos, Ian Agustín Noguera Galiano (19). El conflicto escaló a tal punto que el personal de seguridad tuvo que intervenir y expulsó a ambos grupos del lugar.
Sin embargo, la pelea continuó fuera del boliche, en la Plaza Ejército de los Andes. En ese contexto, Lautaro fue agredido y cayó al suelo, momento en el que le propinaron una patada en la cabeza.
Lautaro fue trasladado de urgencia al hospital Mariano Moreno de Moreno, donde permaneció internado en estado crítico. Este viernes, finalmente, falleció.
La muerte de Lautaro ha conmocionado a la sociedad argentina y ha generado una gran indignación. El caso ha vuelto a poner en el centro de la escena el problema de la violencia en la noche, un fenómeno que se ha vuelto cada vez más frecuente en los últimos años.
En los últimos meses, se han registrado varios casos de violencia en discotecas y bares de todo el país. En algunos casos, los hechos han terminado con la muerte de los afectados.
El caso de Lautaro es un recordatorio de la importancia de tomar medidas para prevenir la violencia en la noche. Es necesario que se refuercen los controles en los locales bailables y que se implementen campañas de concientización sobre la importancia de la convivencia pacífica.
